La trashumancia: una forma de vida

Desde 2012 la facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza ofrece a los alumnos de los últimos años acompañar a tres pastores turolenses en su camino a los pastos de Vilches (Jaen). Parten en octubre para llegar en noviembre a una zona en la que aseguran alimento para sus ovejas. Se mantiene asó un sistema tradicional de manejo pecuario fundamentado en el aprovechamiento alternativo de los pastizales en el momento óptimo de su producción.

Esas semanas de vereda Vida, Urbano e Ismael (los tres pastores) irán acompañados por un grupo de estudiantes que seguirán el mandamiento de "no estorbar". Explica Inés Rubira, que ha hecho el camino en tres ocasiones, que lo fundamental es que no molesten a los profesionales y ellos se encargan de ayudar en todo lo posible: preparar el campamento, cocinar, recoger... y mientras se hace el camino aprender todo lo posible. "Es un trabajo muy importante y me parece que está muy poco reconocido por la sociedad", dice Nuria Traver, otra alumna de veterinaria que desde muy pequeña ha sabido lo que era la trashumancia al ser de Guadalaviar.

Sin embargo, su caso es excepcional porque la mayoría de los alumnos de este grado universitario apenas saben lo que es la vereda y que se siga realizando. Por eso Mª Ángeles  Ramo, profesora en el departamento de Patología Animal, propuso hace 8 años esta experiencia que ha dado lugar al libro "Crónica de la vereda. Peripatéticos y trashumantes de Guadalaviar a Vilches". En sus hojas aparecen fotografías que durante años han ido tomando alumnos y profesores, sus experiencias y recuerdos, y explican en detalle cómo es el camino, la función de los perros y del burro, y se remontan a los orígenes de la trashumancia para entenderla mejor.

Pese a los temores iniciales de que ambas generaciones (tan diferentes y con intereses tan dispares), pastores y estudiantes en seguida congeniaron y "solo hace falta un día para perder la vergüenza y al sentarte en la lumbre ponerte a hablar con ellos y escuchar sus relatos", confiesa Inés que esta experiencia despertó su interés en el ovino y hoy trabaja en ese sector. Por su parte, Nuria ha dedicado su Trabajo de Fin de Grado a la dispersión de las semillas en la lana de las ovejas, unas de las buenas consecuencias ecológicas que tiene la vereda. 

El libro, por el momento, no está a la venta pero entrando en contacto con la facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza o con el Servicio Clínico de Rumiantes (quien ha editado el libro) pueden facilitarles algún ejemplar.