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La historia de San Esteban de Litera y sus gentes

Un libro colectivo ve la luz en esta localidad altoaragonesa para recopilar gran parte de su historia

ARAGÓN CULTURA /
La portada es obra de Fernando Alvira
icono foto La portada es obra de Fernando Alvira

San Esteban de Litera, con 547 habitantes censados, toma su nombre de la veneración del primer santo del cristianismo y su apellido surge de la comarca a la que pertenece. Está situada en el extremo sur del antiguo Condado de Ribagorza, en la margen izquierda de la cuenca del río Cinca y en la del río Sosa, que riega sus ahora despoblados de Palagriñó y Rocafort.

La roca Foradada o la del Águila dominan su paisaje y las casas infanzonas sus calles. Calles que tiempo atrás, en 1107 fueron reconquistadas por Alfonso I El Batallador y arrasadas por los almorávides durante el primer tercio del siglo XII. Ramón Berenguer IV devolvió el esplendor a la zona y a sus nuevos moradores se les otorgaron Fueros de Aragón.

Pero esto es solo una parte de su larga y detallada historia. Más de 30 autores y otros tantos colaboradores han construido palabra por palabra un volumen que narra la historia de San Esteban de Litera y de sus gentes. Una labor coordinada por Víctor Bayona, Juan Rovira y Sergio Monzón, que ha editado el Ayuntamiento de la localidad en colaboración con el Centro de Estudios Literanos.

El volumen se divide en distintos apartados que conforman este análisis exhaustivo de la villa: naturaleza, arte, historia y sus gentes. Sergio Monzón escribe sobre los "aljubs" que, en árabe, hacen referencia a las cisternas, pozos o fosas. En castellano lo llamamos aljibe. Hay 70 de ellos catalogados en la localidad, el término municipal con mayor número de Aragón.

La particularidad que tienen es que se encuentran casi siempre excavados al pie de grandes rocas inclinadas, carecen de bóveda y están destinados a recoger el agua de lluvia principalmente para consumo humano. Se usaron hasta la llegada del agua del canal de Aragón y Cataluña a principios del siglo XX. En la actualidad, hay indicadas dos rutas: Los Lavaderos a las Forcas y de Perera a la Heredad. También una web: alchups.com, donde están registrados y geolocalizados todos los aljubs de San Esteban de Litera.

Silvia Isábal escribe sobre la educación en San Esteban de Litera. Su trabajo de documentación la ha llevado hasta las últimas décadas del siglo XVIII, momento en el que la sociedad tomó conciencia del elevado grado de analfabetismo existente y quiso poner remedio:

Sabemos que en esa época la población contaba con un maestro de primeras letras que estaba debidamente cualificado o, según la terminología de la época, «examinado y aprobado». Sus obligaciones eran enseñar a escribir, leer y contar a niños de entre 5 y 12 años, además de procurar su buena educación. El maestro era también el encargado de tocar el órgano de la iglesia en los días festivos y se mantenía con una dotación económica y el producto de unos olivares que estaban afectos al magisterio.

Hubo que esperar a 1857 para que se promulgara la primera ley educativa integral y racional en España (Ley Moyano). Dividió la enseñanza en primaria, secundaria y superior e imponía la escolarización obligatoria para niños y niñas entre los 6 y 9 años. La ley también obligaba a crear escuelas para niñas en pueblos de más de 500 habitantes, como era el caso de San Esteban de Litera que, dos años más tarde, ya tenía escuelas para ambos sexos

Otros capítulos hablan del paso de Longinos Navás, del yeso y de sus hornos tradicionales o de los arneros y lagares rupestres, firmado por el etnógrafo y director de cine Eugenio Monesma.

El Centro de Estudios Literanos es una de las consecuencias de ese asociacionismo civil, religioso y cultural que parece haber existido siempre en San Esteban. De este asunto habla Víctor Bayona en uno de los capítulos de este volumen. En él, recuerda la figura de Jaime Plá y Plá, que fundó la Asociación Musical que daría lugar a la Banda de San Esteban. Con el Desastre de Annual en 1921, muchos jóvenes fueron reclutados entre ellos el propio Plá.

Pero hubo otras muchas asociaciones, algunas de las cuales han llegado hasta nuestros días: de cazadores, diversas cofradías, la hermandad de san roque para el socorro de los enfermos y entierro de los vecinos, Fundación José Raso Salas, las hermandades de labradores, agricultores y ganaderos…

Además, se incluyen ilustraciones de artistas como Paco Garreta, Mariano Badía, Antonio Pérez Zafra o Fernando Alvira. Pero sin duda las fotografías son una de las joyas de este libro, rescatadas por el propio Sergio Monzón: “No hemos utilizado todas las fotografías que se nos han facilitado pero sí que nos permite disponer de fondos documentales importantes que pretendemos transformar en un archivo digital de consulta para todos los usuarios”, indica.

El libro se venderá a un precio de 15 euros en el Ayuntamiento y a partir del mes de septiembre se habilitará una fórmula para el envío a aquellas personas que no puedan acercase a la localidad a adquirirlo.

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La historia de San Esteban de Litera y sus gentes en 'La Cadiera'
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