La fotoperiodista aragonesa Judith Prat expone en el Reina Sofía

Debido al confinamiento, nos hemos visto recluidos en nuestros espacios y casas de siempre con un exterior distinto. Hemos atravesado nuestra vulnerabilidad, es decir la posibilidad de resultar heridos, en la intimidad de unas relaciones cada vez más estrechas o en soledad. La mayoría quedamos separadas de nuestra gente más cercana, salvo de aquellas con las que convivíamos; otras tantas personas encerradas quedaron en lugares que habitar temporalmente con otras que apenas conocían o desconocían por completo, y muchas solas en sus casas.

En estas circunstancias, hay quienes apenas han podido compartir la incertidumbre de cuánto iba a durar y de cómo soportaríamos el balance diario de vidas perdidas y las precarias perspectivas económicas de tantas otras. Una cuarentena que, además, amplifica las desigualdades y exclusiones preexistentes, estados de excepción perennes que tanto han marcado las vivencias y condiciones de las últimas semanas y que, pese a todo, han originado gestos de organización colectiva dirigidos a las personas más expuestas.

'Con tres heridas yo' pone en diálogo seis historias fotográficas que relatan experiencias diversas en torno a la pandemia desde el interior de los espacios vividos, espacios que a veces son refugio y otras, un lugar hostil. Relatos en los que la cámara ha sido terapia, denuncia, diario y huella de lo ocurrido; en los que lo fotográfico se ha mostrado, una vez más, como un encuentro entre los cuerpos de quienes fotografían, quienes se dejan fotografiar y quienes miramos.

Entre los fotógrafos está la fotoperiodista aragonesa Judith Prat, que ha documentado la asistencia en sus domicilios a las personas mayores, en esa intimidad que confieren los cuidados, y los albergues y pabellones para personas sin hogar.

A Edu León, que ha pasado el confinamiento con su madre, la fotografía le ha servido como terapia y como medio para dialogar con ella y con sus recuerdos. Olmo Calvo, Judith Prat e Isabel Permuy han publicado una fotografía diaria, en el marco del proyecto CovidPhotoDiaries, documentando así los aspectos más íntimos de la crisis.

Calvo ha retratado el final del embarazo de su compañera, Fabiola Barranco. Con las fotografías y los textos que ella escribió han ido narrando las emociones y la incertidumbre del sentir de tantas mujeres que atraviesan su embarazo recluidas. Permuy ha realizado en Lavapiés retratos de sus habitantes, así como fotografías de las redes de ayuda y resistencia que ha organizado la población migrante.

Por su parte, Rubén H. Bermúdez, desde otro uso y tratamiento de la imagen cercano a lo que se ha llamado posfotografía, ha elaborado una especie de diario de “imágenes pobres” en el que lo cotidiano y lo infraordinario, como se referiría Georges Perec, cobran centralidad en la experiencia del confinamiento.

Realizar una exposición en estas circunstancias, desde este aislamiento compartido, muchas veces ocupado con cuidados, sin apenas tiempo, puede convertirse también en una forma de compartir nuestra vulnerabilidad entre las personas implicadas. Así, la artista Roberta Marrero fue invitada, expresamente para esta exposición, a narrar su confinamiento en soledad, con el fin de establecer con ella nuevos lazos de intimidad a través de la fotografía, pero también de hacer públicas las marcas del distanciamiento y no olvidar los vínculos y redes que, en definitiva, nos sostienen

Judith Prat

Se forma y dedica profesionalmente a la fotografía documental, tras especializarse en derechos humanos. En los últimos años ha trabajado en África, Oriente Medio y América Latina. En 2017 recibió el Premio Artes & Letras de Fotografía de Heraldo y en 2018 obtuvo la Beca Leonardo de investigación en Comunicación y Ciencias de la Información de la Fundación BBVA. Sus trabajos han sido premiados en importantes festivales y concursos internacionales, y publicados en medios como The Guardian, The New York Times, Al Jazeera, Woz, 5W, El Mundo o Eldiario.es. y en el marco del proyecto colectivo Covid Photo Diaries. Sus fotografías se han expuesto, además de en España, en ciudades como Quebec, Montreal, Moscú, Querétaro o Aviñón.