Música de cine en el Auditorio

La Film Symphony Orchestra (FSO) regresa a la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza con una doble sesión el próximo 6 de junio. Cerca de un millón de espectadores ya han visto a esta orquesta en acción y, con más de 25 “sold out”, la gira que debería haberse prolongado durante toda la primavera, se vio truncada por el confinamiento. Sin embargo, la FSO en atención a las numerosas peticiones recibidas, ha programado un concierto especial para todos aquellos que se quedaron sin poder disfrutar del espectáculo. Ya están a la venta las entradas para esta nueva cita (17.00 horas y 19.45 horas).

Con aforo reducido y todas las medidas de seguridad, tanto en la sala como en el escenario, Constantino Martínez-Orts ha preparado un programa que recoge los títulos más destacados del cine, al estilo Marvel, con superhéroes, piratas, genios y criaturas fantásticas, que lucharán por ganarse el favor de los espectadores entre viajes al futuro y recuerdos del pasado.

La orquesta llevará al mundo de “Willow”, la película fantástica de culto por excelencia o al universo que propone Alan Silvestri con la BSO de “Avengers: Endgame”; sumergirá a los espectadores en el mágico mundo del musical de Disney “Aladdín” con la música de Alan Menken; “secuestrará” al público para navegar junto a Jack Sparrow en la Perla Negra al son de la banda sonora de “Piratas del Caribe”, compuesta por el discípulo de Hans Zimmer, Klaut Badelt.

FSO embarcará también a los visitantes en un viaje de ida y vuelta al futuro con dos películas que son “obras maestras” de sus respectivas épocas. La ciencia ficción, que para muchos empezó con “Regreso al futuro” (Alan Silvestri a las partituras), llegará también de la mano de Christopher Nolan y su ya icónica película “Interstellar”, cuya música compuso Hans Zimmer. En definitiva, el público escuchará dos bandas sonoras separadas por un espacio-tiempo de casi 30 años, pero igualmente magistrales.

Por el camino, el programa pasará por el que ha sido denominado en numerosas ocasiones como “el mejor western de la historia”, el clásico de Sergio Leone: “El bueno, el feo y el malo”. Una banda sonora compuesta por Ennio Morricone en un momento que se convertirá en uno de los más emotivos de la noche. Siguiendo con los clásicos, la orquesta propone “Kings Row” (Abismo de pasión), considerada una de las mejores composiciones de Erich Wolfgang Korngold y cuya partitura original para orquesta fue solicitada por la Casa Blanca para la investidura del Presidente Reagan, e inspiró al mismísimo John Williams para el tema de apertura de Star Wars. 

FSO hará también un guiño a Williams, el compositor que hizo descubrir la música de cine a Martínez-Orts y con él los espectadores viajarán al futuro ya cercano en “A.I. Inteligencia Artificial”. Para completar el programa, se incluye el vals de “Amélie” compuesto por Yann Tiersen, en una de las BSO más versionadas del mundo.

Mientras tanto, la orquesta continúa preparándose para volver a encontrarse con el público, adaptándose a la “nueva normalidad' y Constantino sigue diseñando nuevos programas para ofrecer a los fans la mejor música de cine con el sello FSO.

Sobre Constantino Martínez-Orts y la FSO

Madrileño de nacimiento y valenciano de adopción, Martínez-Orts (Madrid, 1977) es compositor, director de orquesta y divulgador musical especializado en música de cine. Y sobre todo, es el alma de la FSO, la orquesta sinfónica que ha revolucionado los auditorios clásicos de España y que ha llevado el sonido sinfónico a lugares tan singulares como la Plaza de Toros de Las Ventas, Palacio Vistalegre y Palacio de los Deportes de Madrid o Palau Sant Jordi de Barcelona.

En 2011 Constantino Martínez-Orts arrancó un proyecto: la única orquesta de carácter privado, dedicada en exclusiva a la música de cine. Con más de 80 músicos, esta orquesta sinfónica gira desde 2012 por los principales auditorios arrastrando tras de sí miles de fans, jóvenes y no tan jóvenes, amantes de las bandas sonoras. Muchos de ellos, han descubierto con la FSO la música sinfónica, un logro del que Martínez-Orts, con gran vocación didáctica, se siente especialmente orgulloso.