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La cofradía del último delirio de 'enLATAmus'

La última irreverencia artística que ha visto la luz en Aragón es una performance colaborativa en Remolinos basada en la costumbre de pasar por las casas una imagen o icono religioso

ARAGÓN CULTURA /
icono foto Ana Gustrán y David Giménez forman parte de enLATAmus

Conmemorando la tradición de los altares portátiles, capillas domiciliares o simplemente urnas, la iniciativa LATAres///ALTARes del proyecto enLATAmus propone “honrar” la obra de diferentes artistas, haciéndola llegar a los domicilios de cofrades voluntarios, para que estas piezas de arte ambulantes puedan ser “veneradas” en la intimidad.

"Nos pareció curioso venerar una especie de obra de arte, una galería de arte itinerante", comentan los responsables de la iniciativa David Giménez y Ana Gustrán, "siempre desde el respeto".

Así, las denominadas 'LATAres///ALTARes' son unas pequeñas capillas portátiles de madera, con puertas batientes, que contienen en su interior una obra de arte única que diferentes artistas han creado para la ocasión e incluye incluso un limosnero.

¿Cómo funciona?

Las capillas o urnas se pasan entre los cofrades, de casa en casa. Los cofrades tienen la urna en su poder durante una semana, y luego la pasan al siguiente cofrade de la lista. La lista se encuentra pegada en una de las puertas del altar.

Desde enLATAmus se recomienda reservar para la urna un lugar privilegiado de la casa y adornarla con flores y velas, especialmente, lamparillas de aceite. También se invita a los cofrades a echarle limosna, pedirle cosas y recitarle poemas. A las obras de arte seleccionadas por la Cofradía del Último Delirio les gusta especialmente la poesía intimista y la poesía social.

El proyecto está teniendo una gran acogida entre los vecinos, que "flipan", en palabras de Ana y David. Estos también cuentan como hace poco a una chica de Huesca le coincidió al mismo tiempo en su hogar un altar sagrado y otro artístico

¿Cómo se puede participar?

Sólo los cofrades del Último Delirio podrán participar de esta iniciativa. La cuota anual es de 13€. Esta cuota no sólo da derecho a recibir la urna en el domicilio sino que da la oportunidad de disfrutar de contenidos únicos y de participar en eventos especiales

Como manda la tradición, cada cofrade se compromete a ponerse en contacto con el siguiente cofrade de la lista y pactar con él la entrega de la urna dentro de la semana que la tiene en su poder. Eso sí, la inoperancia en el cumplimiento de este punto -advierten desde las propias normas de la iniciativa- puede llevar a la expulsión de la cofradía.