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La ciudad de Zaragoza inspira a los escritores

María Frisa, Juan Bolea, Magdalena Lasala o incluso Benito Pérez Galdós han hecho protagonista a la capital aragonesa en sus libros

Aragón Cultura /
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“Zaragoza”, de Benito Pérez Galdós

Se trata del sexto de sus Episodios Nacionales, que publicó en 1873 y está ambientada durante el segundo Sitio del invierno de 1809.

El relato mezcla historia, epopeya y leyendas, personajes históricos como el general Palafox, el padre Boggiero o Manuela Sancho  y otros que nacen de la imaginación del autor y nos permite, además, conocer al detalle cómo era la ciudad a través de la descripción del Coso, la iglesia de Santa Engracia o la Torre Nueva, cuya inclinación no impidió que resistiera los combates.

“La casa de los dioses de alabastro”, de Magdalena Lasala

Magdalena Lasala, maestra de la novela histórica nos lleva a conocer la Zaragoza renacentista en una historia ambientada en el año 1559. La joven Brianda, perteneciente a la saga de los Santángel, una familia judeoconversa cuyas mujeres están malditas, soporta sobre sus hombros el peso de su nombre y belleza. Cuando cumple dieciséis años, su tía Sabina reclama su presencia en la majestuosa ciudad de Zaragoza para que se convierta en la institutriz de Leonor, la enfermiza hija pequeña del matrimonio Zaporta. A partir de ahí, la ciudad se convierte en protagonista de nuestra historia.

“Zaragoza. La novela de la ciudad que nunca se rinde”, de Santiago Morata

A la manera de Eduard Rutterford, que a través de una saga familiar reconstruye la historia de un país o una ciudad, Santiago Morata traza en esta novela que suma ya cinco ediciones, la historia de Zaragoza. De la Cesaraugusta romana a la época de Alfonso I; de la Zaraqusta yemení a los heroicos Sitios; de la Cesaracosta goda al final de la Corona de Aragón; de la Cincomarzada a la Expo 2008. El autor recorre ese pasado a través de más de veinte episodios cruciales de la historia de la ciudad, en los que se dan la mano la épica, el drama, lo heroico y hasta el sentido del humor.

“Tango para un asesina”, de Javier Vázquez

El universo personal de Javier Vázquez, plagado de cupletistas, dueñas de pensiones, delicadas bomboneras, amores imposibles  y esas calles de la Zaragoza de principios de siglo se abren a los lectores en “Tango para un asesina”, la novela que nos permitió conocer a Mercedes Ibor, la cupletista detective.

Cargado de humor, con diálogos tan magistrales como certeros y dejando entrever la realidad de la Zaragoza más glamurosa y la más miserable, Vázquez retrata a través de un vodevil la sociedad de la época. La de los primeros movimientos obreros, las diferentes clases sociales, el tabú de la homosexualidad o el papel de la mujer en una sociedad que cambia.

 “El peatón sentimental”, Julio José Ordovás

Ordovás escribe en este breve texto una carta de amor incondicional a la ciudad de Zaragoza con párrafos brillantes y una prosa magnifica.  La Zaragoza que Ordovás describe como “bipolar, a medias beata y a media golfa. Una ciudad en la que conviven el Pilar y el Plata, la Academia General Militar y el centro social okupado…” se muestra en este libro como un lugar acogedor, plagado de cicatrices, barrida por el cierzo, oculta por la niebla, socarrada por el calor de julio y que sin embargo nos regala primaveras y otoños gloriosos y cielos pintados con colores imposibles. Un lujo para los lectores.

“18 de Julio”, de Pedro Ciria 

El historiador Pedro Ciria firma “18 de julio”, ambientada, en lo que sucedió desde la noche del viernes 17 de julio al golpe militar del 36 en la ciudad de Zaragoza. 36 horas, y dos hermanos, uno de ellos periodista novato recién aterrizado en la redacción del periódico El Noticiero y el otro, secretario y hombre de confianza del Gobernador Civil.

Ambos hermanos, unidos por las circunstancias y por una mujer serán el hijo conductor que nos permita conocer, de primera mano, los hechos que ocurrieron en Zaragoza aquellos días de julio. Porque Pedro narra en tercera persona, pero en tiempo real, de manera que solo conocemos la información que los propios protagonistas, van recopilando en aquellas horas decisivas.

“Cuídate de mí”, de Maria Frisa

Maria Frisa dio un paso decisivo para convertirse en autoras de culto de novela negra con “Cuídate de mí”  una novela protagonizada por dos mujeres, La subinspectora Berta Guallar y la inspectora Lara Samper del Servicio de Atención a la Mujer de Zaragoza.

Cuando su jefe, el comisario Millán, les muestra un vídeo en el que se  ve el cadáver de un joven calcinado, ambas saben que se enfrentan al caso más difícil de su carrera. La víctima, Manuel Velasco, fue juzgado por haber violado a Noelia Abad, una adolescente que regresaba a su casa tras acudir a una fiesta con sus amigas. Velasco salió absuelto, por lo que es altamente probable que alguien se haya tomado la justicia por su mano.

 ‘Los viejos seductores siempre mienten’, de Juan Bolea

Las calles de Zaragoza son también el escenario de varias novelas de Juan Bolea, como ‘Pálido Monstruo’ o la serie de novela negra de Florián Falomir. El detective vive y desempeña su labor investigadora en la ciudad en las dos primeras entregas: ‘Los viejos seductores siempre mienten’ y ‘Sangre de liebre’, en la que también aparecen  Los Monegros.

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Ana Segura en el programa 'La Buena Vida' habla de las novelas en las que Zaragoza es protagonista
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