Hablan las nietas de la memoria

"A Juana, Juliana, Cristina, Isabel, Coronada, María, Lorenza, Angelines, Luz, Lola, Benita, Vicenta y María, cuya fortaleza fue la semilla de nuestra lucha por la igualdad". Así comienza el libro "Nietas de la memoria" (Bala Perdida Editorial) en el que 10 mujeres periodistas han puesto por escrito lo que sus abuelas o bisabuelas vivieron durante la guerra civil y la posguerra porque ellas fueron las grandes perdedoras. Las vidas de esas mujeres en su día no significaron oficialmente nada y lo fueron todo para sus familias. Mujeres silenciadas e incluso menoscabadas, que pelearon contra mil dificultades en la guerra y en el inmenso páramo que le sucedió. Esas mujeres que sin doblegarse se levantaron mil veces, que rabiaron y que sonrieron, que enterraron a los suyos y siguieron adelante.

Concha San Francisco, periodista en Zamora, recuerda a su abuela Juliana que fue una mujer muy avanzada a su tiempo, de hecho, fue ella la que se declaró al que sería su marido Prudencio el Margallo. Ella trabajó muy duro y su chocolatería (un negocio familiar) consiguió triunfar pero esa fue su pena. Cuando la guerra estalló, fueron señalados por sus vecinos que envidiaban que pudieran vivir sin agobios económicos pero "ellos no sabían todo el trabajo que había detrás", cuenta Concha San Francisco dando voz a su abuela que tuvo que ver como asesinaban a su hermano por sus ideas políticas.

Por su parte, la zaragozana Noemi San Juan (que desde hace muchos años relata la actualidad desde Madrid para Aragón TV) pudo mantener largas conversaciones con su abuela Lola y, siendo muy pequeña, conocer a su bisabuela Benita. Ellas quedaron separadas durante la guerra y al reencontrarse la hija no pudo reconocer a su madre de lo cambiada que estaba. En los años de la guerra habían asesinado a su marido y a su hermano quedando marcada de por vida.

Sus historias son solo dos ejemplos de los muchos que encontramos en este libro en el que las nietas dan voz a sus abuelas para que siempre sea recordado el esfuerzo, el tesón y el valor que tuvieron pese al terror al que fueron sometidas.