'Gemnitorem', una historia vinculada a la creación de los sueños
La zaragozana Irene Lahiguera publica con solo quince años su primera novela plagada de magia, amistad, amor, leyendas y un misterio ancestral que merece ser resuelto
Sebastian Figueroa es un adolescente de diecisiete años que acaba de perder algo de vital importancia: los sueños. Una ilusión repentina hará que comience a preocuparse acerca del verdadero porqué de esta desaparición. Pero algo se interpone en su búsqueda: una extraña conducta en su ordenador y un mensaje que le habla sobre "el paraíso del buen soñador", del "sueño ideal" y de un camino nuevo en su vida.
El texto le abrirá las puertas hacia Somniaterra, una dimensión sin contacto con la Tierra en la que su función principal es la creación de sueños. Sebastian pasará entonces a formar parte del gran grupo de los Gemnitorem, terrestres exiliados a aquellas tierras, con la posibilidad de dedicarse a ser un creador de sueños. O lo que es lo mismo: un Conditsper.
Bajo esta premisa, la joven zaragozana Irene Lahiguera publica su primera novela bajo el título 'Gemnitorem'. La autora acaba de terminar la Educación Secundaria Obligatoria pero confiesa que escribe desde que recuerda: "Cuando empecé a escribir plasmaba mis propias historias pero también cambiaba otras que no me habían convencido"
A los diez años ganó el primer premio en el X Concurso de Cuentos Caitú, convocado por la Caja de Ahorros de la Inmaculada, con el cuento 'Un amor hecho de música', publicado posteriormente por esta entidad en el libro 'Los cuentos del Caitú 10'. A los trece años, con el relato 'El teorema de Bécquer', quedó finalista del Concurso de Microrrelatos Matemáticos organizado por la Sociedad Aragonesa de Profesores de Matemáticas.