'Los intocables': Estoy muy mal de lo mío

¿Cuántas piezas hay en nuestro cuerpo que pueden fallar? La enfermedad y el dolor han inspirado canciones desde el origen de los tiempos. Cuando en el cole estudiábamos los orígenes de la literatura los profesores siempre nos hablaban de las jarchas. Esas canciones de los cristianos que vivían en Al Andalus. Hay una letra que a muchos se nos quedó grabada en la memoria. 

Tant’amare, tant’amare,

habib, tant’amare!

Enfermeron olios nidios

e dolen tan male.

Pero no nos engañemos, a los juglares de entonces y de ahora lo que de verdad les motiva y emociona es cantarle a los dolores y las enfermedades que provoca el amor y su ausencia. No es lo mismo cantarle a un corazón partío que a una vesícula biliar o a un páncreas inflamado. Aunque igual al hígado sí que se la ha cantado más, por aquello de que ahí acaban normalmente los problemas que intentamos ahogar en un vaso de tequila.

Aquí la playlist del programa y en el lateral de la derecha, el recorrido íntegro.