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Una visita a la escuela de Violeros de Zaragoza

Zaragoza fue la ciudad más importante del mundo en construcción de instrumentos de cuerda durante el siglo XV y este espacio investiga, preserva y divulga este legado cultural

ARAGÓN CULTURA /
icono foto Las vihuelas, violines y violas que salían de los talleres de Zaragoza tenían innovaciones que perduran hoy en día

Son los violeros de la Zaragoza contemporánea. Herederos de una tradición de gran riqueza histórica y cultural. La capital aragonesa fue la ciudad más importante del mundo en la construcción de estos instrumentos durante el siglo XV. Hasta 36 artesanos creaban instrumentos de cuerda que viajaban por todo el mundo. "Tenemos constancia del trasiego de estos instrumentos a Italia en pleno Quatroccentto", explica el director del centro, Javier Martínez.

La Escuela de Violería está comprometida con la investigación, preservación y divulgación del rico legado cultural de la violería ibérica, y en especial, aragonesa. Imparte cursos de formación en la construcción de instrumentos antiguos (vihuela de mano, vihuela de arco, guitarra renacentista, guitarra barroca, laúdes ibéricos, arpas ibéricas, viola da gamba y guitarra española). Tiene su sede en la ciudad de Zaragoza y desarrolla actividades en colaboración museos y  socios europeos.

Organiza ciclos formativos completos de varios años de duración que permiten a los alumnos profesionalizarse en diferentes ámbitos de violería, luthería, gestión cultural, o investigación y rescate de patrimonio organológico. También incluye cursos de media o corta duración dirigidos a la especialización, en algunos casos, y a la iniciación, en otros. También programa cursillos monográficos en diferentes materias relacionadas con la violería: lacería, taraceado, tratamiento de superficies, restauración de instrumentos musicales, confección de cuerdas de tripa, etc.

La escuela ocupa un espacio no atendido por las enseñanzas oficiales, que no incluyen estas especialidades y, desde su inicio, ha recibido alumnos procedentes de diferentes países, interesados en la especialización en las técnicas antiguas del Arte de la Violería. Contribuye a la recuperación de patrimonio organológico mediante la aplicación de un método científico. Una propuesta respetuosa con los procedimientos artesanales antiguos y con la personalidad artística de aquellos delicados instrumentos. A partir de las investigaciones desarrolladas por musicólogos, organólogos y violeros, de acuerdo a métodos científicos, se interesa por la recuperación de las arquitecturas, morfologías, ornamentaciones y materiales históricos con el máximo rigor.

Las vihuelas, violines y violas que salían de los talleres de Zaragoza tenían innovaciones que perduran hoy en día. Por ello, el Gobierno de Aragón ha iniciado los trámites para declarar este legado como Bien de Interés Cultural.

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