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'En la puntica de la lengua': La ambigüedad en el léxico

Los lingüistas combaten todo tipo de atrocidades léxicas sirviéndose de herramientas como la divulgación o los diccionarios alternativos a la RAE

ARAGÓN CULTURA /
(F. Pexels)
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La ambigüedad léxica está muy presente en nuestro día a día. Según Natalia López, del departamento de Lingüístca y Literaturas Hispánicas de la Universidad de Zaragoza y cuya tesis estudia la naturaleza de la ambigüedad léxica, ésta se produce cuando una palabra tiene varios significados: "Los hablantes no somos conscientes de esa ambigüedad porque el contexto nos ayuda a entender la interpretación adecuada".

¿Es la ambigüedad un defecto del lenguaje por las confusiones que puede provocar? Es un debate clásico, hay autores que opinan que es algo negativo porque confunde y accidenta el sistema lingüístico, pero López cree que es algo positivo: "una función de nuestro sistema lingüístico que nos permite ahorrar y tiene ventajas desde un punto de vista cognitivo".

DiccET, el Diccionario del Español Total

Mariano de Cavia decía que el español es una lengua que, generalmente, tiene una alternativa. Y es precisamente lo que ofrece DiccET, el Diccionario del Español Total. En él caben palabras como “crosfitero”, “trambólico” o “bicifestación”.

Tras esta iniciativa hay un grupo de lingüistas y lexicógrafos que prefieren mantener el anonimato, para afianzar su idea de colectivo. Nos cuentan que es un diccionario que pretende cubrir un hueco en el léxico español, llegar donde otros no llegan. Está en continua actualización y una de sus principales virtudes es la inmediatez, incluir una palabra el mismo día en que se empieza a poner de moda.

Esto no quiere decir que en DiccET entre cualquier cosa. Hay un trabajo de análisis y estudio lingüístico y se aplica un criterio lexicográfico para poner un poco de orden. Las redes sociales, especialmente Twitter, o la cultura popular están siendo una de las principales fuentes para recolectar palabras en este Diccionario del Español Total. Así, encontramos términos y expresiones como “a llorar a la llorería” o “aquí se viene llorado”, “guarrindongada” o “guiño, guiño”.

En este peculiar diccionario también encontramos palabras de uso cotidiano y otras que seguro querrán incorporar a su día a día a partir de ahora. Por ejemplo: PERENDINAR, dejar algo más tarde o aplazarlo para otro momento, la versión latina de PROCRASTINAR. También está PASAPAGINISMO, la tendencia a leer libros lo más rápido posible o pasar página en asuntos controvertidos de la historia, especialmente en cuanto a la Guerra Civil y sus secuelas. CACOCALIA es aquella situación en la que algo bueno comienza a verse como algo malo por las vueltas que se le da.

ESQUEUOMORFISMO es como definimos a los objetos modernos que conservan algún detalle de su apariencia original, por ejemplo el sonido del obturador de la cámara del móvil o la chimenea de Netflix. Y quizá le suene esta: PARENTRILOQUÍA, cuando te sorprendes diciéndole a tus hijos lo que te decían tus padres…

Otros conceptos se han colado en este diccionario como BICIFESTACIÓN, MARATONEAR o BUMBURISMO, la acción o hecho de inventarse la existencia de una persona que pueda servir de excusa para evitar compromisos sociales. Viene de Bunbury, pero no de Enrique, sino del nombre que uno de los personajes de “La importancia de llamarse Ernesto” de Oscar Wilde da a un personaje que se inventa para eludir responsabilidades.

Cuando mostramos nuestra intimidad en las redes sociales, en realidad estamos ante un caso de EXTIMIDAD. Y sí, en DiccET ya podemos leer el término DOSMILVEINTE, como algo que trae consigo catástrofe y desgracias. Y otra que nos ha gustado: las respuestas que se dan cuando alguien pregunta “qué hay de comer”. El menú contiene desde achifaufas y tajadas de agua hasta aleluyas del río pasando por canguingos a la jota o chuculines fritos.

Pero el trabajo de DiccET no ha hecho más que empezar y todavía queda mucho por hacer, por eso sus creadores buscan colaboradores que participen en su creación y han habilitado un formulario para recibir propuestas de palabras y expresiones de todo tipo. DiccET es, en realidad, como un juego. Les animamos probar la opción de “entrada aleatoria” pero cuidado, que uno sabe cuando empieza pero no cuando acaba…

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