Elia Lozano: "Los cuerpos pueden leerse a través de sus movimientos, somos nuestras emociones"

Rodeada de mallas de ballet y calentadores desde muy pequeña, su hermana le inculcó la pasión por la danza. La trayectoria interpretativa de la zaragozana Elia Lozano reúne nombres como el Joven Ballet de María de Ávila donde debutó en 1989, el Ballet de la Ópera de Stuttgart, donde ha interpretado el rol de solista en Giselle, La bella durmiente, La flauta mágica y Gaité parisienne, entre otros ballets; la Compañía Nacional de Danza que dirige Nacho Duato, en la que interpretó montajes como Romeo y Julieta, Remansos y Forgotten land, y el Ballet de Zaragoza, donde permaneció como bailarina solista en 1999: "Los bailarines somos en general bastante dóciles porque hemos sido instruidos en una disciplina férrea. No es lo mismo que los actores, que tienen que bregar con otras cuestiones", explica la artista.

Entre sus hitos profesionales, Elia fundó su propia compañía profesional de danza en el año 2000, la System Ballet Aragón. En 2010 realizó la dirección coreográfica de la obra 'Metrópolis', premiada con el Max al mejor Espectáculo Revelación: "En el mundo de la danza hay mucho ego, pero es una cosa curiosa, porque el bailarín puede tener mucho ego porque está reflejándose en un espejo pero a la vez es muy humilde, siempre busca la perfección y quiere mejorar".

Ahora ejerce como maestra: "Es importante que haya una autoridad y que los niños y niñas que estudian danza se comprometan física y mentalmente, porque es un ejercicio riguroso".