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El Museo de Zaragoza reabre su sección de Etnología con una exposición sobre Pedro Cativiela

La Casa Pirenaica, situada en el Parque Grande José Antonio Labordeta, ha experimentado durante este tiempo de cierre trabajos de acondicionamiento

ARAGÓN CULTURA /
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El Museo de Zaragoza reabre este fin de semana su sección de Etnología, ubicada en el Parque Grande José Antonio Labordeta, en la Casa Pirenaica, tras varios años cerrada para acometer trabajos de conservación, tanto en el inmueble como en las colecciones. El edificio reanuda la actividad con una exposición temporal dedicada a Pedro Cativiela López, principal impulsor y mecenas de la antigua Casa Ansotana.

Pedro Cativiela López, protagonista de la muestra temporal con la que reabre la sección de Etnología, fue el principal impulsor y mecenas de la creación de la Casa Ansotana en el entonces Museo Comercial, situado en el llamado Palacio de Museos en la plaza de los Sitios, sede del Museo de Zaragoza. Dicha casa se inauguró el 9 de noviembre de 1924, con el apoyo no solo de Cativiela sino también de su hijo Eduardo. En 1955, se construyó el edificio actual, según proyecto de Alejandro Allanegui, donde se traslada la recreación de la Casa Ansotana, hasta entonces ubicada en la plaza de los Sitios. Un año más tarde se inauguró esta nueva instalación como Museo Etnológico, siempre con la colaboración altruista de la familia Cativiela, así como del apoyo del entonces director del Museo de Bellas Artes, Antonio Beltrán.

Hasta hoy, el Museo Etnológico sigue en pie en su Casa Pirenaica, ya asentado como Sección del Museo de Zaragoza, junto a su compañera del parque Grande, la Casa de Albarracín, hoy sede de la Sección de Cerámica.

Con esta exposición, el Museo de Zaragoza agradece a familia Cativiela tanto el legado de un importante conjunto de material etnológico como la pervivencia de esa identidad pirenaica tan arraigada en la familia y que ha sido un ejemplo seguido, más recientemente, en otros muchos lugares de Aragón.

Junto esta exposición dedicada al “Legado Cativiela”, se presenta la recreación de los espacios domésticos de la Casa Tradicional Pirenaica, con su mobiliario y enseres, así como varias vitrinas con parte de la colección de joyería tradicional, juguetes de nuevo ingreso y el recuerdo a los orígenes de la sección. Todas las personas interesadas en visitar tanto la muestra como el lugar que la alberga podrán hacerlo los sábados (en horario de 9.00 a 14.00) y los domingos, entre las 10.00 y las 14.00. La entrada es gratuita.

En 2015, se detectó en esta sección de Etnología una plaga de insectos xilófagos que podía llegar a comprometer la estructura de cubierta de la casa, por lo que se tuvieron que realizar tratamientos sistemáticos, muy prolongados en el tiempo, que han permitido la erradicación total de este riesgo. La situación ha requerido de un largo periodo de cierre al público porque se han tenido que tratar también todos los objetos fabricados total o parcialmente con madera, de forma intensiva y continuada en el tiempo, además de ejecutar dos campañas de conservación y restauración en las colecciones de indumentaria.

Un museo renovado

Al tiempo que se reinaugura la Casa Pirenaica, la sede central del Museo, en la plaza de los Sitios, alberga una exposición temporal sobre Pradilla, del que se cumplen 100 años de su fallecimiento. Asimismo, una vitrina muestra desde comienzos de mes los siete cascos celtibéricos recuperados tras el expolio del yacimiento de Aratis, en Aranda de Moncayo, que se incorporan a la sección de Arqueología del centro. El fondo de Arte Oriental del Museo también se ha visto incrementado recientemente, gracias a una donación de diez obras de otros tantos artistas japoneses contemporáneos, especialistas en el arte de la caligrafía shodo. De esta manera, el centro sigue profundizando en la esencia de la estética y la cultura tradicional nipona estableciendo un puente de comunicación entre el pasado y la actualidad.

Por otro lado, y dentro del programa organizado por el Ejecutivo y la Diputación Provincial de Zaragoza para celebrar el 275º aniversario del nacimiento de Francisco de Goya, el Museo de Zaragoza prepara una gran exposición para fin de año que pretende proporcionar una visión amplia y concreta de la estancia del pintor en Italia entre 1769 y 1771, y evocar esta experiencia en la obra del artista una vez de vuelta a España. Además, se realizará una renovación museográfica de las salas dedicadas a Goya, poniendo de relieve nuevos subrayados y características de la obra del pintor. A esto hay que sumar las 211 estampas de primera edición, propiedad de Fundación CAI, que el centro expositivo recibió en depósito y que incluyen grabados de las series de los Caprichos, Desastres de la Guerra, Tauromaquia y Disparates.

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