El Museo de Zaragoza cierra durante dos años por obras

Su cierre será de dos años por la reforma integral que se va a acometer en su interior y que la pasada semana comenzaron con la conservación y la catalogación de las piezas, la fase previa a unas obras que derribarán por completo la tercera planta del espacio. Los trabajos contemplan el cambio de las cubiertas, la mejora de la accesibilidad con nuevas escaleras y rampas, la climatización eficiente y una mayor luminosidad con la instalación de ventanas. En definitiva, un lavado de cara que "renovará su mensaje histórico y patrimonial", tal como ha reconocido el director del museo, Isidro Aguilera.

Durante estos dos años, el museo cerrará pero no lo harán las exposiciones, pues se va a intensificar la actividad en otras de sus sedes: el Museo de Cerámica y la Casa Pirenaica, ubicadas en el Parque Grande José Antonio Labordeta, y el museo de la Colonia Celsa en Velilla de Ebro. Además, también habrá muestras virtuales con el objetivo de que los ciudadanos no dejen de descubrir la pinacoteca del museo.

Las piezas más emblemáticas del Museo de Zaragoza, con especial atención a la colección de Goya, podrán seguir siendo admiradas. Eso sí, por el momento se desconoce cuándo y en qué espacios. "Desde el Gobierno de Aragón estamos trabajando en reubicar esas piezas en espacios que permitan mejorar, si cabe, su presentación. En esos lugares se ubicarán primero las piezas más emblemáticas y luego iremos rotando con otras obras para no acabar con esa hiperactividad que siempre tienen los museos", explica el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui.

Esos nuevos espacios supondrán una "solución espectacular", en palabras de Olloqui, para que no se pierda el discurso expositivo de "uno de los museos más importantes de Aragón". Asimismo, el director general ha animado a la ciudadanía a visitar otras pinacotecas como la del museo de Huesca o a "reconciliarse con el arte moderno del Iaacc Pablo Serrano" durante el cierre. "Desde el Gobierno de Aragón vamos a intensificar la actividad cultural para en otros de los espacios de Zaragoza", ha relatado Olloqui.

En el Museo de Zaragoza los andamios, herramientas y lonas comenzarán a verse, previsiblemente, a final de este año, pues primero los técnicos deben catalogar, archivar y conservar las diferentes obras artísticas expuestas para evitar que sufran ningún daño durante la reforma. El plazo de las obras puramente dichas es de 18 meses, pero a eso hay que sumarle la actual fase previa y la posterior en la que se hará un remontaje y revisión del discurso expositivo, lo que alarga hasta a dos años el cierre del espacio.

Actualmente la plantilla del museo es de 42 trabajadores que se reubicarán en las diferentes sedes del espacio expositivo y seguirán manteniendo el ritmo de trabajo de las oficinas, pero fuera de ellas. En la tercera planta, además de los despachos y oficinas, también habrá un espacio que se remodelará: la biblioteca. "La biblioteca es una joya escondida, tiene una colección de arte oriental impresionante y con la reforma se revivificará esta zona del museo", ha recalcado Pedro Olloqui.

Y aunque la reforma actual "es lo prioritario", la noticia de la posible ampliación del museo en la sede de la antigua Escuela de Artes sigue en el aire. "Es una cuestión muy delicada. Actualmente estamos en una fase de trabajo con el Ministerio de Cultura y pendientes de ver cuál es ese proyecto que quieren ofrecer al Gobierno de Aragón. Confiamos en que sea esa ampliación del museo porque es una deuda histórica que el Ministerio tiene con Aragón ya que pasan los años y el edificio sigue cerrado", ha comentado el director general de Cultura del Gobierno de Aragón.