'El guardián entre el centeno' cumple 70 años

Un libro imprescindible y prohibido. Cuando Salinger publicó hace 70 años ‘El guardián entre el centeno’, la novela ya provocó numerosas controversias por su lenguaje provocador y por retratar sin tapujos los conflictos de la adolescencia, como el acoso y la sexualidad. Hoy nos preguntamos si los jóvenes contemporáneos siguen queriendo ser su peculiar protagonista.

Este libro va mucho más allá de ser un adolescente malote o rebelde. La historia de Holden Caulfield, protagonista del relato, en realidad queda recogida en un volumen de apenas 288 páginas. Sin embargo estuvo muy meditada por su autor, pues pasó diez años escogiendo las palabras. Sea o no de nuestro gusto, Salinger nos dejó una novela de culto considerada una de las más influyentes de la literatura norteamericana.

El 16 de julio de 1951 se publica la primera edición. Se convirtió un bestseller ese mismo año. La naturaleza autobiográfica de la misma la convirtió en la voz de toda una generación de jóvenes sumidos en la frustración por las convenciones de la sociedad. 

Narra las peripecias de este joven neoyorkino de 16 años al que acaban de expulsar de la escuela. Decide volver a Nueva York, pero sin avisar a sus padres, por lo que vagará varios días sin rumbo por la Gran Manzana preguntándose qué hacer con su vida.

La personalidad de su protagonista es la que más debates ha generado en los últimos 70 años…y lo sigue haciendo. Quizás también la calidad literaria de la novela, pero para contestar a eso solo apuntaremos que lleva 70 millones de ejemplares vendidos, y que cada año 'El guardián entre el centeno' sigue vendiendo más de 250.000 ejemplares. Así que su éxito comercial parece inalterable, por no hablar de su circuito de recomendaciones, que sigue intacto en colegios, bibliotecas y familias.

¿Paralelismos con la juventud actual?

El mundo ha cambiado considerablemente y también los lectores claro. Está claro que en nada se parece tener 16 años en la Nueva York de posguerra que en la Gran Vía de los stories de Instagram, pero hay cosas que nunca cambian.

Hay, sin embargo, otros puntos de enganche con la sociedad. Por ejemplo el ego del protagonista y el de ese terreno que no es ni infantil ni adulto. Porque dicen los críticos que Caulfield ante todo, no sabe quién es, no sabe dónde está y no sabe lo que quiere. Y que exhibe un estado constante de insatisfacción que en los años 50 podía entenderse como un achaque generacional, pero que en estos tiempos del like es más bien una música que nos resulta a todos familiar. Una que, ni mucho menos, aqueja sólo a los milenials o generación Z.

La conexión de esta novela con los criminales también ha sido una sombra en su historia. Mark David Chapman, el asesino de Lenon, compró un ejemplar antes de disparar cinco veces al líder de Los Beatles. Se preocupó de que la policía le encontrara leyéndolo en el lugar del crimen. Y muchos años después, confesó que en realidad lo asesinó porque era "muy famoso y porque él estaba muy concentrado en buscar la gloria personal".

Lejos de estos episodios cuanto menos extravagantes, contaremos que es curiosa la relación autor- protagonista en el caso Salinger, ya que él reconoció 10 años antes de publicarla, cuando empezó a escribirla, que su novela en proceso era ‘autobiográfica’. Pero tampoco después lo ocultó, ya que en una de sus últimas entrevistas dijo que se infancia había sido muy parecida a la del chaval del libro.