El espectáculo debe continuar: la violinista en el tejado

"Cuando empezó la cuarentena veía en los aplausos de las ocho que todo el mundo estaba desanimado y decidí hacer algo al respecto. Trepé por el tejado y empecé a tocar. Al final se convirtió en una rutina diaria". Así explica la música Teodora Doneva cómo decidió amenizar el confinamiento a sus vecinos.

Nació en Bulgaria, en una familia de músicos que se ha extendido durante varias generaciones. Toca el violín, la viola, el piano, el acordeón, el oboe, la flauta travesera y está aprendiendo a tocar la guitarra.

Llegó a Zaragoza para estudiar una carrera científica porque no confiaba en vivir de la música, tras sus estudios en el conservatorio de su país. Acabó trabajando de cocinera en El Plata Cabaret, aunque poco tiempo después subió al escenario: "He estado en mi salsa, en mis espectáculos canto, toco el violín, bailo y hago monólogos de humor".

Su vida ha cambiado mucho durante los últimos meses con el cierre de este tipo de espectáculos: "Por las mañanas cuido a una abuelita y, por la tarde, tocó en plazas y calles de Zaragoza", explica en una entrevista en 'Unidad Móvil' de Aragón TV.