Confinamientos insólitos que merecen ser contados

La historia de Pablo Martín es que hace dos años decidió confinarse durante 99 días para escribir una novela que transcurre en el año 2066. Lo sorprendente es que en ella narra experiencias y emociones de él mismo pero en el futuro, con 89 años, y con un mundo arrasado por una epidemia y una guerra. Será “Diario de un viejo cabezota” y se publicará el próximo otoño con Acantilado. Lo que se plantea Martín es si mencionar el coronavirus de alguna manera, aunque no está seguro de cómo hacerlo.

Experimentó con un confinamiento muy cómodo en una cabaña en Suiza y por este motivo dice que no tiene nada que ver con lo que está sucediendo ahora. Con esta novela Pablo Martín cerrará la trilogía que inició con “El anarquista que se llamaba como yo” y “Tuyo es el mañana”.

Por su parte, Pilar Tejera lleva veinte años sumergida investigando en el mundo de las mujeres viajeras. Ha publicado varios libros en los que las protagonistas son mujeres de hace 150 años que viajaban por placer y curiosidad; eran aventuras y trotamundos por naturaleza, y con esa actitud rompieron muchos clichés y tópicos.

Con la situación actual de confinamiento, le ha parecido oportuno recordar las historias y experiencias de varias mujeres que son sin duda “un modelo inspirador”. Como Ruth Coopland, quien vio con sus propios ojos como asesinaban a su marido funcionario de la Gran Bretaña colonial y decidió seguir viajando por la India estando embarazada o Ida Pfeiffer, ama de casa, sin recursos, quien experimentó muchas penalidades en las dos vueltas al mundo que hizo sola. Viajó y se confinó durante largas temporadas en un barco.

La historia de la primera aparece en el libro “Casadas con el Imperio”, la de la australiana en “Viajeras de leyenda. Pilar Tejera es fundadora de ediciones Casiopea  y de la web 'Mujeres Viajeras'.