Cincuenta años de la Ruta del Tambor y el Bombo

Romper la hora, el sonido del bombo y el tambor al unísono en la Semana Santa del Bajo Aragón Histórico estremece y cautiva por igual a quienes lo contemplan. Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén. Nueve pueblos unidos en un proyecto que afronta un año especial no solo por las atípicas circunstancias que vivimos, sino porque la historia de la Ruta del Tambor y el Bombo arranca, precisamente, hace cincuenta años.

1970. Los Beatles se separaban pero, en Londres Freddy Mercury y los suyos creaban la banda Queen, en Boston sucedía lo propio con Aerosmith y, en Alcañiz, se reunía la primera Junta Coordinadora de lo que pocos años más tarde se constituiría como la Ruta del Tambor y el Bombo.

La idea de la creación de la Ruta del Tambor y Bombo, surgió del hijarano Mariano Laborda Gracia, al observar las similitudes que existían en la forma de vivir y sentir la Semana Santa en nueve municipios del Bajo Aragón Histórico, territorio situado al norte de la provincia de Teruel. Durante su mandato, se construyeron los primeros monumentos con baldosas de cerámica. También fue el creador del Concurso de Tambores y Bombos y de las ya tradicionales Jornadas de Convivencia.

A lo largo de sus cinco décadas de existencia, la asociación de la ruta ha desarrollado numerosas acciones para la difusión de la cultura de la Semana Santa bajo-aragonesa. El año 1992 ocupa un lugar de honor en su calendario, con su presencia en la Exposición Universal de Sevilla y en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

En 2005 llegó la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional, en 2014 este título se extendió a Internacional. Y, en noviembre de 2018, llegó la de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO a las tamborradas, los rituales de toques de tambor.

Hoy la ruta del tambor y el bombo sigue siendo una asociación activa que da carácter a lo colectivo de esta tradición. Un punto de encuentro para los pueblos con la misma seña de identidad. Sin embargo, durante la pasada Semana Santa atípica, les tocó seguir luchando para no perder el ADN de sus redobles.

El tronar de los tambores y de los bombos fue de nuevo, este 2020 y a pesar de la pandemia, el gran protagonista de la Semana Santa en Aragón. Un sonido que el propio Buñuel reflejó en sus películas y que incluso sonó con fuerza en el Festival Internacional de Cine de Venecia tras su muerte, a modo de homenaje o más recientemente en la trigésima edición de los Premios Goya.