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Capítulo 16. Las relaciones extramatrimoniales de Jaime I el Conquistador

Reinas, damas y señoras. Mujeres en la casa real de Aragón

ARAGÓN CULTURA /
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Jaime I contrajo dos matrimonios reconocidos, con Leonor de Castilla a 13 años y con Violante de Hungría poco después de cumplir los 20. El primer matrimonio fue disuelto por razones de parentesco y dejó un hijo, Alfonso. El segundo matrimonio con Violante de Hungría duró 12 años, y juntos tuvieron 9 hijos. Con la salud seriamente debilitada, la reina se retiró al Monasterio de Santa María de Salas, en Huesca donde murió en 1251. Tenía 36 años.

El rey mantuvo una larga relación con Teresa Gil de Vidaure, hija de un noble navarro, con la que tuvo al menos dos hijos. La relación duró 10 años y durante un tiempo el rey la consideró a Teresa Gil como su mujer y parte del entorno íntimo del monarca como lo demuestran varios documentos, aunque no llegara a celebrarse un matrimonio. Finalmente el rey alegó un contagio de lepra para separarse de ella.

A Leonor, Violante y Teresa se suman una larga lista de mujeres cuyos nombres la historia ha preservado junto al de Jaime el Conquistador. Una de ellas fue mujer del linaje de Antillón con quien tuvo  un hijo: Ferrán o Fernando. En el siglo XV el cronista Pere Tomic nombra a Blanca de Antillón como "dama de Aragón que era muy honrada y de gran linaje". Ferrán o Fernando  Sánchez fue el primero de los hijos naturales de Jaime I, ya que cuando se produjo su nacimiento, el Conquistador estaba casado con la reina Violante de Hungría y  murió asesinado por orden de su  hermanastro Pedro, poco antes que falleciera el padre de ambos

Entre 1242 y 1250 una nueva mujer ocupó la cama de Jaime I a pesar de estar casado con Violante de Hungría. Fue Berenguela Fernández, de la que se conocen muy escasos datos, quizás porque al propio monarca no le interesara publicidad de la situación. También de esta relación  nació al menos un hijo, Pedro Fernández (h. 1243 - 1299) para quien el rey creó  la baronía de Híjar que comprendía  el castillo de esta localidad y el de Urrea de Gaén.

Jaime I se encaprichó de varias damas más, que conocemos por los hijos que tuvieron con el Conquistador. Es el caso de Jaime Sarroca y Pedro del Rey, considerados tradicionalmente como resultado de las relaciones entre los años 1249 y 1252 con el ilerdense Elvira Sarroca, una mujer que no pertenecía al círculo nobiliario próximo al rey como lo fueron la mayor parte de las relaciones extramatrimoniales del monarca.

Jaime Sarroca fue obispo de Huesca entre 1273 y 1290, después de haber ocupado diversos puestos: canónigo y deán de la catedral de Valencia, canónigo de Huesca… que simultáneo con el cargo de notario del rey y de responsable tanto de la cancillería como de la tesorería regías. incluso se le ha considerado como autor material de una parte de la biografía de Jaime I. Su hermano ocupó la sede de Lérida entre 1299 y 1307.

Otra mujer vinculada al conquistador es una tal Genesia a la que se han atribuido relaciones con el rey en algún momento entre 1261 y 1264 y quien le dio un nuevo hijo que ha pasado, sin embargo, casi desapercibido quizás porque su madre no era de origen noble. Se trata de Fernando, que será nombrado Abad de Montearagón en el año 1284.

Suele considerarse su última amante conocida a Berenguela Alfonso, por quien se sentiría fuertemente atraído desde que la conoció en 1265 hasta la muerte de ella, en 1272. Ese mismo año  el rey comenzó una relación amorosa con  la catalana Sibila de Saga de la que se saben muy pocos datos pero que está considerada la última de nuestra lista. Estaba casada con Arnau de Cabrera cuando se convirtió en amante de Jaime hacia 1274 y abandonó a su esposo por el rey. Es curioso que antes, la suegra de Sibila, Guillerma de Cabrera, también había sido amante del rey entre los años 1246 y 1253. Sibila sostuvo un largo pleito para separarse de su marido que finalmente la curia papal no autorizó. El papa Gregorio X le recriminó al rey su comportamiento mientras éste respondió que ella no estaba legalmente casada con su esposo.  

Jaime I fue un rey enamoradizo y manipulador con las mujeres según sus deseos y conveniencias.  Para compensar sus devaneos amorosos llegó incluso a promover una cruzada para ganarse el perdón de sus pecados que temía el  castigo divino. Nunca sabremos con total seguridad la descendencia total de Jaime I. De una parte de sus hijos varones aún contamos con datos pero… ¿Cuántas hijas no tuvo a lo largo de la vida de las que no sabemos nada? 

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