#LaMoviola: Aragón tierra de cine

Aragón es una tierra de marcados contrastes geográficos y paisajísticos, que ha ofrecido una variedad casi infinita de oportunidades al cine para ambientar sus películas. Paisajes que, en ocasiones, han estado cargados de un gran simbolismo, como ocurre en el caso de Orosia (1943) de Florián Rey.

Sin embargo, no son demasiados los films españoles que, más allá de cuestiones puntuales, han dedicado una atención relevante al Pirineo. De hecho, su presencia no comienza a ser destacable hasta la década de los cincuenta, en el contexto del auge del género del documental turístico. Entre la amplia nómina de este tipo de documentales se pueden citar Alto Pirineo (1957, Alberto Carles), A través del Pirineo (1963, José Antonio Duce), Danzas del mundo en el Pirineo (1980, Amando de Ossorio) o Carnaval en el Pirineo (1984, Eugenio Monesma). En el terreno de la ficción pueden señalarse Que se mueran los feos (2010, Nacho García Velilla), filmada en buena parte en el Valle de Ansó, o Kamikaze (2013), ópera prima de Álex Pina, que incluye imágenes tomadas en el Valle de Benasque.

Eso sí, son muchas las películas, tanto españolas como extranjeras, que han aprovechado la imponente variedad y riqueza del patrimonio arquitectónico de la comunidad. Es lo que sucede por ejemplo con el castillo de Loarre, aparecido en cintas como Valentina (1982, Antonio Betancor), basada en Crónica del alba de Ramón J. Sender; El niño invisible (1995, Rafael Moleón); La noche oscura (1989, Carlos Saura) o la famosa El reino de los cielos (2005, Ridley Scott).

En el caso turolense, y dejando de lado Los Amantes de Teruel (1912, Ricardo de Baños), resulta interesante hablar del papel jugado por Teruel dentro del documental bélico producido por ambos bandos durante la Guerra Civil, con trabajos como Sierra de Teruel (1938, André Malraux) (anarquista). En el terreno del documental propagandístico destaca Teruel, ciudad de los amantes (1963, José Luis Pomarón). Además, en los últimos años se ha desarrollado un proyecto audiovisual que destaca el valor de Teruel como ciudad de cine: el rally cinematográfico “Desafío Buñuel”.