Las múltiples caras del Papa Luna

El 28 de septiembre de 1394 el illuecano Don Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor se convertía en Benedicto XIII. Fue el único pontífice aragonés, y también protagonista del Cisma de Aviñón; un hombre poderoso y culto que formó parte de los momentos más turbulentos de la historia de la Iglesia.

Con el motivo de conmemorar y recordar su Papado, el ayuntamiento de Illueca organiza en el Castillo del Papa Luna, el 27 y 28 de septiembre una serie de actos que ahondarán en su trayectoria vital y su papel en algunos de los acontecimientos decisivos de su tiempo. Además, también se podrá disfrutar de un concierto de música de la época, y profundizar en el estudio de su iconografía o en el capítulo de recuperación de su cráneo.

Don Pedro Martínez de Luna, Benedicto XIII más conocido como el Papa Luna, jugó un importante papel en su época y dejó un importante legado que todavía perdura. Su presencia fue clave en la segunda mitad del siglo XIV, tanto en el ámbito eclesiástico como en el político y social, debido a la influencia ejercida en la Corona de Aragón y en la cuestión del Cisma de la Iglesia occidental.

Además, jugó un papel decisivo en alguno de los acontecimientos más significativos de su tiempo, como el de la división de obediencias entre el papado de Aviñón y el de Roma, el trascendental Compromiso de Caspe o la Concordia de Alcañiz, que permitió resolver con acuerdo lo que en otras ocasiones se había solucionado con violencia. “Benedicto XIII vivió en un tiempo realmente convulso. Varias generaciones nacieron y murieron en guerra en el contexto de la Guerra de los 100 años”, expone Esteban Sarasa, profesor emérito de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza.

El papel que jugó en diferentes momentos históricos de la época, su legado e influencia en el arte o la leyenda e historia que gira en torno su cráneo- robado en el año 2000 y posteriormente recuperado-, serán algunos de los temas que se tratarán en las ponencias de este fin de semana.