Valentia ayuda en Huesca a las personas con discapacidad intelectual a conseguir una vida plena

Las personas con discapacidad intelectual trabajan para tener una vida cada vez más plena. Muchos consiguen un trabajo para vivir de forma autónoma y quienes lo hacen en la provincia de Huesca tienen el apoyo de Valentia. En su centro de Martillué asisten a más de 50 personas de la Jacetania y el Alto Gállego.

Desde hace cuatro años, Sergio Sarasa vive en el bungaló del centro que Valentia tiene en Martillué. Comparte casa con otras cuatro personas. En este hogar ha logrado vivir de forma autónoma. "Te cuidan, te ayudan con los médicos, te enseñan a ahorrar dinero, etc.", cuenta Sarasa.

A partir de junio, Sarasa trabajará como jardinero en el centro especial de empleo de Valentia. Una labor que también realiza desde hace dos años José López. Él se encarga del mantenimiento de varias zonas verdes públicas. Como ellos, otras 20 personas con discapacidad intelectual acuden a diario a los talleres del centro. "Me gusta mucho. Puedo hacer atletismo, ir al gimnasio y realizar un montón de actividades", explica José Aguilar.

Con un puzzle o cultivando el huerto, todos aprenden a desarrollar sus habilidades. Los usuarios del centro también se encargan del cuidado y mantenimiento de los animales de la granja. Explican que es una actividad que les aporta autonomía y muchos beneficios en su desarrollo personal. "Intentamos sacar los propósitos, sus inquietudes y necesidades y los objetivos que tienen para, junto al personal del centro, poder encaminarlos", asegura Virginia Ubieto, directora del centro.